
Estuve en la misma ciudad, no sabía donde estaba este sitio pero en un giro de mi cuerpo vi la cabeza dorada llamándome la atención. Me acordé de que otra persona había pasado por aquí haciendo la foto y la tentación fue más fuerte, había que sacar de nuevo esta preciosa esquina de Porto, la segunda ciudad de Portugal que tiene algo de magia, sobre todo de noche y cerca del puente de Luis I. Pero para eso faltaban unas horas.
Brujo, unos meses después la puerta sigue teniendo la cabeza sobre sus hombros.