La más cercana ni me miró, estaba dedicada a balar a sus congéneres. Las del fondo no sé si me estaban mirando a mi o por el contrario miraban a la primera. El caso es que me salió la foto como quería, sin llamar su atención. Tercera, y última, foto descartada del Otoño Mágico que os enseño.
Simpatica y bucolica imagen, Juan Carlos. Me gusta.
ResponderEliminarUn abrazo,
Luis.
Que diferente visión del entorno Juan Carlos, En Madrid hay demasiado asfalto.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias.
ResponderEliminarLuis, no es fácil de ver un rebaño junto salvo en esta zona... había que aprovechar.
Ángel, aunque vivo en lo que se podría calificar de entorno urbano, en cinco minutos, o incluso menos, en coche te plantas en el campo.
Un abrazo.
Las ogio balar desde aquí, desde el otro lado del ordenador. ¿No tendrán frío ahí tumbadas con esa humedad? Parece que no hacía mucho que las habían pasado por el esquilador...
ResponderEliminarSaludos
Gracias Carmen. Con toda esa lana, lo que es frío no, aunque la lleven cortita, digo yo que cuatro meses más o menos. Todo ello suponiendo que todavía se conserve la costumbre del esquileo hacia finales de Junio.
ResponderEliminarun abrazo.
Preciosa foto y estando en las fechas que estamos falta el pastor jaajaj.
ResponderEliminarFelices fiestas y que el año que viene te traiga todo lo que sueñas.
Besitos y sonrisas baladas :-)
Desde luego pasaron de tí... No sé si serán estas las que oigo balar todos los días las tengo al laito :)) Me gusta esta imagen
ResponderEliminarUn beso.
Gracias.
ResponderEliminarSimplementeyo, estas ni pastor ni nada, con una valla alrededor tenían bastante. Ojalá que el año que viene sea bueno... y que se cumplan todos nuestros deseos.
Laura, estas estaban en tu tierra.
Un abrazo.
Una foto muy tierna, como te han dicho solo falta el pastor.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y felices fiestas.
Gracias Ana. Igualmente, que el próximo año te traiga todo lo que desees.
ResponderEliminarUn abrazo.