¿¿Qué sería de los seres vivos sin alimento?? Pero los mamíferos tienen un matiz que los distingue. Esa relación especial madre-cría, a la hora de alimentación en los primeros momentos, genera un lazo que perdura.
Carmen, lo cierto es que en principio había más ovejas y corderos pero salieron todos pitando al verme pero estos dos, sería porque era la hora de comer del pequeño, se quedaron petrificados y fue a lo suyo.
Abilio, es que estaba muy lejos... sino... aunque hay que destacar que el resto, a pesar de la lejanía, debían ser más miedosos.
pues sí, muy acertado lo que dices, quiza por eso no tenia escrupulos en recolectar renacuajos en el rio o aguijonear saltamontes o quitar las alas a las avispas y un largo etc. pero esto son pequeñeces, cosillas de los niños de antes.
Es una muy buena foto juan carlos....muy tipica esa escena en las tierras en donde vives...este verano fui unas semanas por alli y era frecuente estas situaciones...a mi personalmente me fascina..soy de los que me quedo un rato y observo como la mama mima a su pequeñin....es como la vida misma..son sensaciones que las enlazo con la vida real y me llena de orgullo que aun se pueda aprender cosas de los animales..como el cariño,...tenemos tanto que envidiarles,,,,un abrazo y cuidate amigo.
Bird, desgraciadamente tenemos que aprender todo aquello que olvidamos en un momento concreto de nuestra evolución. Podíamos quedarnos con lo bueno de nuestra parte animal y con lo bueno de nuestra parte humana.
Jan, en silencio sí, sentarse... no te da tiempo, salen pitando. Es una pena.
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Una imagen muy tierna, Juan Carlos.
ResponderEliminarYo le hubiera dado un buen corte por abajo. Creo que hubiera centrado más la atención en la escena.
Tienes toda la razón. Esos lazos que se crean con la alimentación en los primeros momentos, perduran para siempre.
Un abrazo.
Si que es un momento muy especial Juan Carlos, un momento lleno de vida.
ResponderEliminarUn abrazo
La vida misma....Te aseguro que es es cierto...Lo he vivido:)
ResponderEliminarUn beso.
Gracias.
ResponderEliminarJota, si la corto más me quedan madre e hijo sin entorno...
Ángel, es la vida, sin duda.
Laura, seguro que tu lo has vivido perfectamente hace ya unos cuantos años.
Saludos.
Una imagen que tiene toda la belleza de la ternura.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Otonio. Un abrazo.
ResponderEliminarHas pillado al cordero (más que cordero casi borrego) en pleno acto de merendar. Eres todo un paparazzi.
ResponderEliminarSaludos
Hola Juan Carlos, que tierna estampa, jejejeje, lo raro es que no se asustasen, eso es que se fiaban de ti.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias.
ResponderEliminarCarmen, lo cierto es que en principio había más ovejas y corderos pero salieron todos pitando al verme pero estos dos, sería porque era la hora de comer del pequeño, se quedaron petrificados y fue a lo suyo.
Abilio, es que estaba muy lejos... sino... aunque hay que destacar que el resto, a pesar de la lejanía, debían ser más miedosos.
Un abrazo.
Bonita foto ... aunque ese chico ya se tendría que amancipar.
ResponderEliminarSaludos
pues sí, muy acertado lo que dices, quiza por eso no tenia escrupulos en recolectar renacuajos en el rio o aguijonear saltamontes o quitar las alas a las avispas y un largo etc. pero esto son pequeñeces, cosillas de los niños de antes.
ResponderEliminarla foto muy bonita, ternura pura.
abrazos
Gracias Ripley. Un abrazo.
ResponderEliminary tan especial... enhorabuena por haber sido testigo!
ResponderEliminarGracias Dsole. Saludos.
ResponderEliminarEs una muy buena foto juan carlos....muy tipica esa escena en las tierras en donde vives...este verano fui unas semanas por alli y era frecuente estas situaciones...a mi personalmente me fascina..soy de los que me quedo un rato y observo como la mama mima a su pequeñin....es como la vida misma..son sensaciones que las enlazo con la vida real y me llena de orgullo que aun se pueda aprender cosas de los animales..como el cariño,...tenemos tanto que envidiarles,,,,un abrazo y cuidate amigo.
ResponderEliminarEstos detalles suelen ser para sentarse y en silencio observar...
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias.
ResponderEliminarBird, desgraciadamente tenemos que aprender todo aquello que olvidamos en un momento concreto de nuestra evolución. Podíamos quedarnos con lo bueno de nuestra parte animal y con lo bueno de nuestra parte humana.
Jan, en silencio sí, sentarse... no te da tiempo, salen pitando. Es una pena.
Un abrazo.