El visitar La Alberca muchas veces, a pesar de que gusta pasear por sus calles, es que ya no encuentras que fotografiar. La última vez, viniendo de paso desde otro lugar, no encontraba nada a lo que apuntar hasta que levanté la cabeza y...
Me encanta la composición, el juego de planos, líneas y ángulos ... y ese color de lluvia. Sin mostrar nos dice mucho de la ALberca, un pueblo con un encanto muy especial, que guarda perfectamente conservado sus edificios y tradiciones, tal vez excesivamente turístico últimamente, ¿no te parece?. Un fuerte abrazo
Abi, evidentemente el espacio es mínimo como para asomarse a la vez dos personas, una en cada una.
Tossan, estos edificios antiguos tienen la facilidad de que les sacas texturas interesantes sin pensarlo demasiado.
Mediterráneo, sencillo ¿o complicado? porque la existencia de la ventana de la esquina me da que tuvo alguna función especial, no sé, porque sino es raro que esté ahí.
Ángel, lo cierto es que ese día no llovió ni gota pero esta calle de La Alberca, la que recorre todo el mundo pues es por donde normalmente se entra, es especialmente sombría. Y sí, aunque el día que fuimos no había mucha gente, se nota la temporada baja, hay veces que te sorprende como puede estar tan hasta los topes.
Mª Ángeles, hay que mirar hacia todas partes, nunca sabes donde puede surgir la foto.
Luis, surgió porque no miraba lo típico que ya tengo tan fotografiado en este pueblo.
Ya me parecia a mi raro que tu no encontrases nada que fotografiar... que sabes muy bien donde pones el ojo :)
Está un poco desvencijada y por ello se hace mas atractiva todamia, (supongo que no asi para sus dueños), ese balcon que esta por arriba, me da que tambien tiene buena pinta...
Merce, es eso, que cuando voy allí tengo que buscar algo nuevo, sino me empieza a pesar la cámara y me digo a mi mismo que por qué no la dejé en el maletero.
Jota, efectivamente, muuuuuuuuuuuuuchas fotos. Lo de la masificación... a ver... ¿que es lo que no está masificado que tenga cierta relevancia turística?
Da la impresión de que en cualquier momento, esa ventanuca se va abrir para dar paso a un rostro curioso. La Alberca es una caja de sorpresas, al igual que Candelario. Nunca se acaban de ver del todo, cosa que también dicen de Toledo o Córdoba, un paraíso para los fotógrafos.
Miguel, la cuestión para encontrar cosas así es perder la mirada por los detalles que nos rodean y que no son evidentes.
Bernardo, las texturas estaban ahí, solo había que ir a por ellas.
Carmen, no sé yo cuanto hace que no abren esa ventana. Toledo, Córdoba (a donde hace muchísimo que no voy), Granada, Madrid (que también tiene una visita pendiente que espero que sea pronto), Salamanca,... cualquier ciudad que tenga una zona con cierto interés histórico-artístico vale para encontrar cosas donde menos se esperan.
JL, solo es cuestión de fijarse y lo de las buenas fotos... aprender cada día de los errores.
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Hola Juan Carlos, como para asomarse cada uno por una ventana, jajajaja.
ResponderEliminarBonito pueblo La Alberca y su entorno.
Un abrazo
el lio de Abi
Uma textura e tanto. Magnífica! Abraço
ResponderEliminarUn disparo con mucho encanto, a veces lo más sencillo es lo mas excepcional.
ResponderEliminarUn abrazo!
Me encanta la composición, el juego de planos, líneas y ángulos ... y ese color de lluvia. Sin mostrar nos dice mucho de la ALberca, un pueblo con un encanto muy especial, que guarda perfectamente conservado sus edificios y tradiciones, tal vez excesivamente turístico últimamente, ¿no te parece?.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Que poco acostumbrados estamos a mirar a las alturas ó ha ras del suelo donde tambien podemos encontrar maravillas que no siempre vemos.
ResponderEliminarUn rincon precioso.
Besos
Y surgió ese fragmento de la casa albercana con sus propios elementos, que aparece bordado por tu arte, Juan Carlos. Me gusta mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias.
ResponderEliminarAbi, evidentemente el espacio es mínimo como para asomarse a la vez dos personas, una en cada una.
Tossan, estos edificios antiguos tienen la facilidad de que les sacas texturas interesantes sin pensarlo demasiado.
Mediterráneo, sencillo ¿o complicado? porque la existencia de la ventana de la esquina me da que tuvo alguna función especial, no sé, porque sino es raro que esté ahí.
Ángel, lo cierto es que ese día no llovió ni gota pero esta calle de La Alberca, la que recorre todo el mundo pues es por donde normalmente se entra, es especialmente sombría. Y sí, aunque el día que fuimos no había mucha gente, se nota la temporada baja, hay veces que te sorprende como puede estar tan hasta los topes.
Mª Ángeles, hay que mirar hacia todas partes, nunca sabes donde puede surgir la foto.
Luis, surgió porque no miraba lo típico que ya tengo tan fotografiado en este pueblo.
Un abrazo.
Ya me parecia a mi raro que tu no encontrases nada que fotografiar... que sabes muy bien donde pones el ojo :)
ResponderEliminarEstá un poco desvencijada y por ello se hace mas atractiva todamia, (supongo que no asi para sus dueños), ese balcon que esta por arriba, me da que tambien tiene buena pinta...
Un abrazo
Será que tienes muchas fotos hechas allí, Juan Carlos, porque La Alberca es precioso y muy fotografiable.
ResponderEliminarcoincido con Ángel en la actual masificación.
Bien vista la fotografía.
Un abrazo.
Hola Juan Carlos
ResponderEliminarMe gusta tu fotografía. Seguro que detrás de esas ventanas cerradas se esconden muchas historias.
Un abrazo
Gracias.
ResponderEliminarMerce, es eso, que cuando voy allí tengo que buscar algo nuevo, sino me empieza a pesar la cámara y me digo a mi mismo que por qué no la dejé en el maletero.
Jota, efectivamente, muuuuuuuuuuuuuchas fotos. Lo de la masificación... a ver... ¿que es lo que no está masificado que tenga cierta relevancia turística?
Elsa, segurísimo.
Un abrazo.
Es curiosa la foto.
ResponderEliminarBuena vista para caotar las curiosidades de lo cotidiano.
Una captura con una textura excelente, refleja una casa antigua con todos sus detalles.
ResponderEliminarSaludos
Da la impresión de que en cualquier momento, esa ventanuca se va abrir para dar paso a un rostro curioso. La Alberca es una caja de sorpresas, al igual que Candelario. Nunca se acaban de ver del todo, cosa que también dicen de Toledo o Córdoba, un paraíso para los fotógrafos.
ResponderEliminarUn saludo
Creo que personas como tu siempre encuentran algo que fotografiar y ademas siempre consiguen buenas fotos.
ResponderEliminarUn saludo!
Gracias.
ResponderEliminarMiguel, la cuestión para encontrar cosas así es perder la mirada por los detalles que nos rodean y que no son evidentes.
Bernardo, las texturas estaban ahí, solo había que ir a por ellas.
Carmen, no sé yo cuanto hace que no abren esa ventana. Toledo, Córdoba (a donde hace muchísimo que no voy), Granada, Madrid (que también tiene una visita pendiente que espero que sea pronto), Salamanca,... cualquier ciudad que tenga una zona con cierto interés histórico-artístico vale para encontrar cosas donde menos se esperan.
JL, solo es cuestión de fijarse y lo de las buenas fotos... aprender cada día de los errores.
Saludos.
• Vengo de tomarme algo de jamón, ahí arriba.
• ¿NO crees que tu foto ganaría con algo más de contraste? Yo así lo veo. La foto lo merece.
• Un abrazo.
CristalRasgado & LaMiradaAusente
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Gracias Ñoco. Sí, cierto, estaría mejor pero no sé yo si lo resistiría puesto que ya tiene lo suyo...
ResponderEliminarUn abrazo.