El que la vió, para variar, fue el ayudante. Rápidamente, sin pensar en ni cambiar de objetivo me acerqué lo que pude a la flor y a la abeja. Estaba en la posición perfecta... enfoco... ¡¡¡y se da la vuelta!!! Total que salió por atrás y ya no me dió más oportunidades pero creo que merece la pena sacarla aquí.
¿304?
¿304?
Será malvada!! ¿Qué le hubiera costado posar para la foto?
ResponderEliminarDebe ser por la cara del fotógrafo...
ResponderEliminarYo creo que la abeja se asustó con el revuelo que formasteis el ayudante y tú; que si cambio el objetivo, que si hago la toma desde este lado, que no te muevas. Prefiero pensar eso que pensar que pasó de vosotros.
ResponderEliminarBueno, un saludo
¿Revuelo? Ninguno... Si somos de lo más sigiloso. Lo que pasa es que la abeja estaba a lo suyo, a coger polen, y de nosotros pasaba olímpicamente.
ResponderEliminarSi que es complicado a veces capturarlas como uno quisiera, la próxima la sigues si puedes a ver si te ofrede su lado bueno.
ResponderEliminarSaludos.
PD Todas los fotos echas con ilusión merecen ser posteadas.
A lo mejor era una abeja tímida y escondió, ruborosa, su cara entre los pétalos amarillos..., o puede que fuera una abeja fea i prefirió salir de espaldas...
ResponderEliminarDe todas maneras posó para vosotros y aquí tenemos la prueba.
George,pues es difícil pillarlas y más si el objetivo que tienes no es específicamente de macro.
ResponderEliminarBaba ¿las abejas tímidas? No sé yo... atacan cuando menos te lo esperas y lo sé porque me han picado unas cuantas veces.