Fue un día de suerte... Habíamos conseguido cruzar el río sin problemas. Y estando sentados en la hierba se me ocurrió cambiar de objetivo, puse el 55-200 y me lié a hacer fotos a las peñas, al agua y en un momento dado que quité el ojo del visor las veo. Sin dudarlo empecé a disparar con el zoom a tope y sin mirar nada más de los ajustes de la cámara, hacía quizá más de 30 años que no las veía, casualmente en el mismo sitio. Había que ser rápido, se podían ir en cualquier momento. Eran todas hembras junto con alguna cría que se habían asomado a ver como los humanos recorremos el camino que lleva la laguna grande de Gredos.
Las fotos están recortadas para que se vean un poco más grandes del original, les falta definición, les falta de todo... pero en ese momento pensé que podían pasar otros 30 años...
A la vuelta la montaña se cobró su pequeño "precio" por haber capturado la estampa... nada que no se resuelva poniéndose al Sol un rato. Como decía fue un día de suerte...
Las fotos están recortadas para que se vean un poco más grandes del original, les falta definición, les falta de todo... pero en ese momento pensé que podían pasar otros 30 años...
A la vuelta la montaña se cobró su pequeño "precio" por haber capturado la estampa... nada que no se resuelva poniéndose al Sol un rato. Como decía fue un día de suerte...
Son unas doidas, las capras.
ResponderEliminarYa las he visto en sitios inacesiveis para los humanos.
Fue un dia de suerte, si!
Juan, gracias por "Seguir" mi nuevo fotoblog. Gracias también por las visitas e simpaticos comentarios en mis fotos.
Saludos desde Vendas Novas.
PS: aún hay nieve en la Sierra de Bejar?
Que bonito, que alegria y nervios entran cuando las tienes delante y crees que no te va a dar tiempo a plasmarlas en tu camara.
ResponderEliminarMuy buena caza. :)
Saludos.
Gracias.
ResponderEliminarJoao, ayer aún había nieve pero ha llovido mucho y no sé lo que habrá caído arriba. La estación abre hasta el día 3 si no pasa nada extraordinario.
Mª Ángeles, me voy a repetir: fue un día de suerte... no pensaba yo ni en sueños que pudiera hacer estas fotos.
Saludos.
Juan Carlos... no quiero preguntarte donde estabas subido para hacer estas maravillosas fotos... jajajaj no tendrías que estar muy lejos ... como las cabras. Felicidades.
ResponderEliminarGracias MGA. Pues no estaba muy lejos de la "civilización"... Las cabras estaban en todo lo alto.
ResponderEliminarSaludos.
Hace ya bastantes años, como unos 15 o 16, en una excursión a Candeleda, nos metimos por entre unas peñas, y allí pudimos observar varios ejemplares.
ResponderEliminarEs algo increible verlas saltar como si nada por esas paredes, algunas bastante rectas.
Aquél día no llevaba cámara, se me había olvidado cogerla antes de salir. Las prisas no son buenas.
Tienes mucha suerte de haberlas cazado con tu cámara.
Saludos!
Gracias Mayte. Yo la cámara la llevo casi a cualquier sitio y eso que llevar un reflex puede ser un fastidio dependiendo del lugar y no solo por el peso, el tamaño,... sino también por los golpes que se puede llevar (y se lleva si no tienes cuidado).
ResponderEliminarEsto de las cabras supongo que no me volverá a suceder. No sé cuando volveré por Gredos pero seguro que no vuelven a asomarse cuando yo esté.
Saludos.
Hiciste bien. Estos momentos hay que aprovecharlos, aunque luego las fotos no te queden como querías, sí que has fotografiado el momento que querías.
ResponderEliminarSaludos!
Vaya que tuvistes suerte. Aunque bien es verdad que unos cuantos machos encaramados en los pedregales con su cornamenta recortada en el azul del cielo hubiese sido espectacular, yo no pediría mas. Has captado ese momento y, además, siempre puede haber otras ocasiones mejores. Porque las cabras siguen ahí, en Gredos, a la vuelta de la esquina, no te olvides.jajaj
ResponderEliminarSaludos
Gracias.
ResponderEliminarJuancho, había que disparar como fuera para sacarlas antes de que desparecieran.
Carmen, no sé si conseguiré tener tanta suerte de nuevo... fue algo inesperado.
Saludos.
Con la mirada en cualquier parte…
ResponderEliminarMe haces recordar que una vez, en el Pico La Mira y alrededores, las tuve comiendo de mi mano. Le encantaron las galletas.... pero no era tiempo de cámras digitales.
También las vi en el Moro Almanzor.
...saludos.
CR & LMA.
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Gracias Ñoco. Por lo que veo te gusta subirte por lo alto.
ResponderEliminarSaludos.
Me imagino el momento, abre la bolsa, rapido! desenrosca un objetivo, enrosca el otro a toda leche! ay! enrosca la tapa al anterior jopeee! guardalo en la bolsa, coge la camara, enfoca, ajusta, la cabra? donde esta la cabra? se fue? pero que mala sueRRRRRte tengo!!! AY! nooo estaba ahí esperando por mi jeje clik clik clak clok ya son mias, y se te asoma cara de felicidad y de pronto piensas lo rapido que podrias ser si tuvieras un par de manos mas.
ResponderEliminarAcierto en algo? :)
Bicos, buena caza :)
yo tb creo que en un momento como este lo ultimo es preocuparse por unos ajustes. lo importante era aprovechar la oporutnidad y tu lo supiste hacer muy bien. creo que no debe haber muchas gentes con fotos como éstas. es para estar contento.
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminarMerce, afortunadamente el objetivo le tenía puesto, la cámara al cuello y lo único que pasó al final fue que se acabaron las baterías, pero eso era todo. ¡Ah! Bueno, luego vino lo del precio cobrado por la naturaleza... pero eso es otra historia.
Ripley, efectivamente estas oportunidades hay que aprovecharlas.
Un abrazo.
Es lo que tiene la aventura :) que en ocasiones pasan cosas que no esperas, bueno, pienso que fueron todas buenas, ya que las cuentas :)
ResponderEliminarPues te han quedado muy bien, y no me extraña que dispararas como un loco, jeje... me asombra que hayan pasado tantos años, aquí se ven con bastante frecuencia... (aunque no se la hispánica o es sólo la montesa... supongo que porque hay más alimento...
Desde los documentales de Félix Rodríguez de la Fuente no había vuelto a ver es estos ejemplares ¡fíjate! así que gracias por mostrarme que aún existen ;-). Gredos es precioso y no conozco ni la mitad. Saludos.
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminarHaideé, como decía fue un día de suerte... una mano acudió en mi ayuda en el momento más delicado.
Junkal, son difíciles de ver y más de fotografiar pues desaparecen igual que aparecieron.
Saludos.
Y nostros podemos disfrutar de ese día de suerte. Si parecen las fotos resultado de la suerte, como si fueran la presas de un cazador; transmiten esa sensacion de aventura. Un saludo
ResponderEliminarGracias Andrés. Todo fue fruto de la casualidad ¿o no? El caso es que estábamos allí y pude hacerlas hasta que se fundieron las baterías (no les quedaba mucho).
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