Es una pequeña charca a la que le daba el Sol con fuerza. Poco he podido hacer para bajarle la saturación sin estropear la foto así que los colores tenían una fuerza increible y el Sol también dejando casi blancas por completo las piedras.
No entiendo casi nada de fotografía, pero tengo el gusto a mi gusto. Los puristas no sé que se inventarán y te dirán, pero a mi me parece una fotografía absolutamente mágica. Un beso compa.
Hola Juan Carlos, pues me pasa como a Marina, que la foto me gusta, seguramente por esa fuerza del color, que sin ser una foto de esas que dices ¡que bonita! tiene su propio encanto y ese abstracto o lo que sea que es agradable de mirar.
La foto me gusta, como los demás creo que no sabría explicar el por qué, pero si que pienso que en alguna ocasión algún diseñador, retocando una fotografía habrá intentado dar tanta fuerza al color y seguramente no lo ha conseguido tan limpio como se da en tu foto.
Creo que es de esas fotos que según la ves en la pantalla de tu cámara piensas "luego la borro" y que cuando la ves en el monitor algo te impide borrarla. En este caso no es solo un sentimiento del autor, o al menos yo me alegro de que no la borraras ;-)
Con esos colores rojos parece el Río Tinto, asombrosamente rodeado por rocas nevadas y unas ateridas hierbecitas verdes que calientan sus hojas con los tenues rayos del sol del invierno. Sorprendentemente esas pequeñas representaciones de la vegetación se hacen protagonistas de la fotografía.
La idea es buena, Juan Carlos. sin embargo, efectivamente, el blanco de las rocas y el contraste excesivamente fuerte entre las luces y las sombras, hacen que no sea una foto redonda en mi opinión.
Claro que es mi opinión y me someto a la mayoría a los que parece gustarles.
Hay algo que no termino de ver, quiza un poco oscura, en algunos sitios. Con tanto contraste es difícil aclarar, el reflejo verde una preciosidad. Saludos
Gracias Miguel Ángel, efectivamente con el contraste y la saturación original era difícil retocarla, salió algo de eso que no sabes muy bien como tratar.
Pues a mi me gusta la intensidad de los colores y el contraste que hacen, sobre todo el reflejo verde en el agua. Eso si, en este caso me gusta mas la foto al tamaño que sale en la entrada que pinchando y ampliando :)
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No entiendo casi nada de fotografía, pero tengo el gusto a mi gusto. Los puristas no sé que se inventarán y te dirán, pero a mi me parece una fotografía absolutamente mágica.
ResponderEliminarUn beso compa.
Pues muchas gracias Marina, a ver que dicen los expertos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Juan Carlos, pues me pasa como a Marina, que la foto me gusta, seguramente por esa fuerza del color, que sin ser una foto de esas que dices ¡que bonita! tiene su propio encanto y ese abstracto o lo que sea que es agradable de mirar.
ResponderEliminarUn abrazo
El sol intenta demostrar que sigue en el mismo sitio y con la misma fuerza, pero el otoño se encarga poco a poco de apagar su fuego.
ResponderEliminarEn esta foto la saturacion del color le da un toque misterioso a la foto.
Me gusta.
Besos
Gracias.
ResponderEliminarAbi, es la fuerza del color lo que atrae de la foto y mira que me salió más fuerte todavía de lo que véis en la foto.
Mª Ángeles, efectivamente parece que estemos metidos en medio de alguna charca misteriosa.
Un abrazo.
La foto me gusta, como los demás creo que no sabría explicar el por qué, pero si que pienso que en alguna ocasión algún diseñador, retocando una fotografía habrá intentado dar tanta fuerza al color y seguramente no lo ha conseguido tan limpio como se da en tu foto.
ResponderEliminarCreo que es de esas fotos que según la ves en la pantalla de tu cámara piensas "luego la borro" y que cuando la ves en el monitor algo te impide borrarla. En este caso no es solo un sentimiento del autor, o al menos yo me alegro de que no la borraras ;-)
Con esos colores rojos parece el Río Tinto, asombrosamente rodeado por rocas nevadas y unas ateridas hierbecitas verdes que calientan sus hojas con los tenues rayos del sol del invierno. Sorprendentemente esas pequeñas representaciones de la vegetación se hacen protagonistas de la fotografía.
ResponderEliminarUn saludo
La idea es buena, Juan Carlos. sin embargo, efectivamente, el blanco de las rocas y el contraste excesivamente fuerte entre las luces y las sombras, hacen que no sea una foto redonda en mi opinión.
ResponderEliminarClaro que es mi opinión y me someto a la mayoría a los que parece gustarles.
Un abrazo.
Gracias.
ResponderEliminarXmlara, ese es el asunto, que aunque parezca una saturación forzada es la que tenía realmente.
Carmen, pues aunque no lo parezca era la Garganta del Oso justo al final del verano.
Jota, sí, cierto, tienes razón pero si le he traído al blog ha sido por lo sorprendente del resultado.
Un abrazo.
Hay algo que no termino de ver, quiza un poco oscura, en algunos sitios. Con tanto contraste es difícil aclarar, el reflejo verde una preciosidad.
ResponderEliminarSaludos
Gracias Miguel Ángel, efectivamente con el contraste y la saturación original era difícil retocarla, salió algo de eso que no sabes muy bien como tratar.
ResponderEliminarSaludos.
Pues a mi me gusta la intensidad de los colores y el contraste que hacen, sobre todo el reflejo verde en el agua. Eso si, en este caso me gusta mas la foto al tamaño que sale en la entrada que pinchando y ampliando :)
ResponderEliminarGracias Merce. Al pinchar y ampliar se nota el retoque que he tenido que hacer para que la foto quedara bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
De esta me he enamorado, si :) Me gustan los colores y la composición. La naturaleza, siempre tan generosa...
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Haideé. Un abrazo.
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